jueves, 10 de julio de 2014

Encierro de Garcigrande

Garcigrande: Rápidos y peligrosos





Esta nueva ganadería, llamada Garcigrande, se disponía por primera vez en su historia a participar en los encierros de Pamplona. Había mucha expectación por ver como se comportaban estos toros que nunca antes habían pisado las calles pamplonesas.
A las 8 de la mañana como cada día, daba comienzo este cuarto encierro de este año 2014. El protagonista de hoy ha sido uno de los toros de Garcigrande, un toro negro, muy veleto, como el resto de la manada, que se ha lanzado a una carrera alocada por delante del grupo y que ha embestido a diestro y siniestro contra todos los mozos que trataban de esquivarle.


Este toro ha ganado pronto la cabeza del grupo a base de velocidad, ha dejado atrás al resto de hermanos y a la parada de cabestros y ha comenzado a buscar a los corredores que se le ponían delante







El morlaco ha comenzado a lanzar corredores por los aires de forma consecutiva. El primero, dando una vuelta de campana en el aire y chocando fuertemente contra el suelo, este mozo ya llevaba una cornada en un muslo. A medida que avanzaba la carrera se han sucedido las embestidas. Han sido cinco, por suerte casi todo se quedó en un susto. En cada embestida el morlaco se ha llevado a uno, a dos, a tres y hasta a cuatro jóvenes por delante. Entre Santo Domingo y la plaza del Ayuntamiento más de una docena de mozos han saltado por los aires y dos de ellos han sido corneados de gravedad.






A partir de Mercaderes, la manada ha vuelto a compactarse, el grupo ha perdido un ápice de velocidad y el encierro se ha estandarizado, se ha convertido en una carrera diferente, con toda la manada junta, bien hermanada, y protegida por los cabestros.
El paso por la curva de Estafeta no ha sido complicado, pero a su salida se ha formado una pequeña montonera de corredores los cuales han sido pisoteados por los animales.
La recta de Estafeta también ha dejado momentos de emoción y bellas carreras, más limpias que en los días anteriores.






Todo el grupo ha seguido veloz hasta la curva de Telefónica, donde la velocidad y el ímpetu de la carrera ha pasado junto a un ramo de flores sujeto a un poste del vallado en recuerdo a Daniel Gimeno, un joven de Alcalá de Henares fallecido hace cinco años en ese punto por una cornada en el cuello.
La velocidad, incluso en el tramo final del encierro, era patente y se han producido nuevas montoneras, caídas duras de corredores sobre los adoquines incluso a la entrada del callejón, con pisotones y empujones de los astados de Garcigrande, que no han vuelto a lanzar derrotes ni miradas a los caídos.





La entrada a la plaza ha sido rápida. Posteriormente ha aparecido el sexto toro arropado por los cabestros, incapaz de seguir el ritmo frenético de sus hermanos y en un tiempo de 2 minutos y 28 segundos la manada entraba por completo en los corrales de la plaza,














Un Saludo Javier Mendoza Rodríguez.

 @Jjaviermendoza

@ArribesTaurinas

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